jueves, 17 de julio de 2008

Es lo mismo, todo es lo mismo... y eso aburre


Hoy estuve en una librería buscando un par de libros, Final del Juego de Cortazar y algo de T.S. Elliot. Hace tiempo que no leo un libro, me lo debo. Di varias vueltas por la sección de literatura latinoamericana y me fastidió muchisimo no encontrar Final del Juego (nota: sirvase leer "axolotl").

Seguí caminando pensando que si estuviera buscando un queso lo encontraría. Seguramente, también, encontraría un libro que me convencería que la guerra es un arte. Sorry que hable con el higado, pero todos somos diferentes y deberíamos leer diferente. Caminaba y me encontraba con un padre rico, un par de mujeres de venus, un monje que vendió su ferrari, una verdad incomoda y a George W. Bush por todos lados. ¡Ah! me olvidaba de los manuales para descifrar el codigo Da Vinci y todas las teorías conspiratorias de la iglesia católica. No se si esto esta bien, la librería tenía un anaquel inmenso con un solo libro (como 60 copias de cien años de soledad juntas). Antes las librerias exhibían mucha más variedad de libros. ¿eso esta bien?

Salí de la librería sin mi copia de Final del Juego que tanto quería y la imagen se hizo más clara: todos frapuccino de caramelo en mano, vestían la misma ropa, hablaban de lo mismo. Todos tenían sus libros del queso, de la guerra y de la alquimia en las manos. Todos caminaban en la misma dirección. ¡Carajo!

Llegué a la casa, angustiado, prendí el televisor en un canal que daba un reality de canto, cambie a otro canal y el reality era de baile, cambie a otro de... baile tambien. Apagué el televisor fasitidado y me refugié en la radio, pero lo mismo: la misma canción (obvio de reagetón) se repetía en tres emisoras a la vez. Comenzaba a sentirme desesperadamente agredido por una devastadora sensación de deshumanización.

¿Donde están las personas?