domingo, 4 de noviembre de 2007

Goodbye Sunday!

Anoche volví tarde a casa. Con los pajaritos y la primera luz. Hoy me desperté a las 11am. Porque el sol me quemaba la cara. Tenía dos opciones: levantarme o hecharme bloqueador. Lo del bloqueador es estúpido. Me levanté.

Resulta que Lima la gris, por fin se está poniendo coquetamente soleada. Siempre me pone de buen humor este clima. Para los gringos tiene sentido que hoy se llame Sunday. En Lima eso sería raro. Hoy es un día raro. Pero bueno, eso me pone de buen humor. Que bien.



En Lima, ciudad gastronómica, todo tiene una metáfora con la comida. Hoy es un día de cevichito, canchita y chelita. (así tal cual, con "-ito" e "-ita"). En Lima el domingo es día para salir con la familia, si sale sol como hoy, hay que ir a una cevichería. Tengo hambre.

Mientras terminaba de levantarme y alegrarme por el sol, una nube pasa sobre mi casa (En Lima las nubes nunca traean lluvia, pero si devuelven el clásico tono gris). Fueron 12 segundos de oscuridad, como diría Drexler. 12 segundos en que volvió la Lima que conozco, la Lima donde se vive y se sufre, la Lima chismosa, la Lima rochosa, la Lima cucufáta, la Lima que conozco.

Hace algunos años estaba volviendo a esta tierra bendita, de Tongo´s y Magaly´s, luego de un viaje de 4 meses. Estaba en el avión sentado junto a dos extranjeros que no se conocían. Uno conocía la ciudad y el otro no. Yo escuchaba, discreto, sin hacer señas que delaten mi pasaporte guinda, quería saber que hablaban. La advertencia de uno de ellos fue en pocas palabras: "pueblo chico, infierno grande". Este es un pueblo chico con demasiada gente. Demasiada gente y muchas diferencias, pensé. Demasiadas diferencias y poca tolerancia, filosofé. La conversación continuó, la recomendación obligada entre ellos fue, obviamente, la de comer ceviche y tomarse unas cervezas (sin diminutivos). Se hicieron amigos e intercambiaron tarjetas de presentación. Se prendió la señal de colocarse los cinturones. Levanté mi mesita (soy limeño). Apague mi MP3. Comenzó el aterrizaje. Vi por la ventana como el avión atravesaba una delgada capa de algo que parecían nubes o smog, no estoy seguro, la cosa es que el sol quedo atrás. Llegué a Lima, con su humedad y su eterno otoño.

Me quedé pensando en como es mi ciudad. Porque no tenemos más Sunday´s como los gringos. Por que cualquier día no puede ser un Sun-day. Porque todos los días parece que va a llover y nunca llueve. Porque tengo que tener cuidado cuando tome el taxi. Porque van a "rajar" (a mis espaldas) cuando se enteren que no he traído regalos para todos. Que joda, pero bueno ya estoy en migraciones. Había bajado del avión desanimado, si no fuera por el cevichito y la chelita, juro que no bajaba. La había pasado bien esos 4 meses. La gente no me miraba de pies a cabeza, no criticaba a mis espaldas, la gente bailaba mal, sola y se divertía, tomaban poco y se emborrachaban, todo era un poco más... ¿open-mind?... no se, eso lo decimos los limeños, ellos son así, nada más.

Ya han pasado varios años, tuve otros trabajos, volví a veranear en Lima y ahora me doy cuenta que tal vez allá no me querían, que les daba igual si se tomaban la chela conmigo o si bailaban mal con otros, ¿open mind? creo que no querían hacerse paltas, pero tampoco se esforzaban por aceptarme. Seguro que ni se acuerdan de mí, y yo tampoco me acuerdo mucho de elloos. Pinches gringos.

Pero volvamos a ese día en el Jorge Chavez.

Ahora estoy caminando por un pasillo en obras (Lima es una ciudad promesa, siempre hay una obra inconclusa). Sigo haciendo mis trámites para salir del aeropuerto, y siento el frío humedo, veo el cielo gris, el peligro de los taxistas estafadores, y a la gente colándose para salir primero. Carajo Lima es una mierda. Esto se lo dije en voz alta a un amigo, me sentí bien, era como gritarselo en la cara a toda la ciudad. En el fondo, tenía en esa epoca, unos aires de superioridad, insoportables para mí mismo. Pero que rico es vivir acá, pienso en absoluto silencio, para que nadie se entere del limeñismo. Toco el botón de la aduana, me salió verde, ¡puedo entrar con toda esta teconología inútil sin pagar impuestos!. Toda mi familia, que si me quiere, me esta esperando afuera. Aunque me jodan por los regalos.

Pero eso fue hace años, hoy la nube y la oscuridad duraron 12 segundos. ¡Hoy en Lima es Sunday! ¿un cevichito?

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